En realidad cuando comenzó poco a poco interesarme el cuento de los deportes mas outdoor, me plantee dos cosas. El como y donde hacerlo. Por aquí y por allá me fui poniendo tantos obstáculos que al final poco y nada pude hacer. Amante de mi trek 4300, que lamentablemente cayó en manos de extraños que sustrajeron del auto (en fin, eso es parte de otra historia). Con ella podía llegar a todos lados y armaba con paciencia varias rutas locas por ahí. También comencé con el trote (teniendo tanta costa acá en La Serena) en la playa y también en los cerros. Pero como muchas cosas en la vida los deje de practicar por tiempo y por ganas. Salir solo a pedalear o trotar no era lo mismo que salir con un grupo de amigos que estuvieran en la misma parada. Fue así como llegue a los kayak y un par de veces he salido a practicar por La Herradura, pero también lo he dejado un poco de lado, porque me da lata cargar el auto con los kayak.
Todo esto es el prologo de la vida de un deportista (la mía por lo menos) y al final no he ganado nada, porque nunca he participado en nada y soy un simple competidor frustrado. Pero la gracia de todo esto, es que en Chile si teníamos o tenemos deportistas destacados que son de élite. Ya lo vemos en cuanto competidor tiene el CAR o el CEO en Santiago. Pero quiero ir un poco mas allá. Con esos que por inventar cosas nuevas, distintas e innovadoras nos hayan dejado, y redundando en los mismo, hayan dejado ese legado en los que alguna vez intentamos hacer algo y no lo logramos terminar.
Joel Lizama, gran deportista sureño que nos dejo en el fatídico vuelo del CASA 212 de la Fach.
La siguiente nota fue sacada de LATERCERA.COM
Amante de las mascotas, pero por sobre todo deportista. Así recuerdan en Pucón a Joel Lizama Nahuelhual (42), integrante del Desafío Levantemos Chile que es parte de las 21 víctimas que dejó el accidente aéreo en Juan Fernández.
Padre de dos hijos, actualmente vivía en el balneario de la Región de La Araucanía junto a su pareja, la también deportista María Toro. La dupla obtuvo el cuarto lugar en la primera edición del Tantauco Expedition Race, competencia de kayak, trekking y mountain bike que durante cuatro días se realizó en la isla de Chiloé.
Joel Lizama es el dueño del Iphone que el martes pasado envió una señal estableciendo su ubicación en el sector de bahía Tierra Blanca, ubicada al oeste del aeródromo del archipiélago de Juan Fernández.
Sus amigos aseguran que hace más de una década se convirtió en uno de los principales promotores de las carreras de aventura en Chile y en 2003 logró su mayor éxito: ganar el Desafío Volcanes, que se corre entre Pucón y San Martín de los Andes, en Argentina.
"Fue la primera vez que la ganaba un equipo chileno, con 100 horas de carrera consecutiva", recuerda Karim Nur, uno de los amigos de Lizama. La señal pudo ser captada brevemente y permitió triangular su posición gracias a que uno de los familiares del deportista utilizó una aplicación georreferencial del celular para determinar su ubicación.
Competencia extrema
Inolvidable para los habitantes de Pucón es la participación que el deportista, integrante de Levantemos Chile tuvo en 2007 en la carrera Aventura Increíble, competencia de duplas con animales. Fueron tres meses en que Lizama entrenó al perro de su vecino y logró ganar la competencia.
"Estuvo como dos o tres meses entrenando duro a su perro cachorro, hasta que le sacó trote y llegó a tal nivel, que, definitivamente, era bueno el perro", recuerda Nur.
La relación entre Lizama y la mascota terminaría al poco tiempo, luego que el deportista dejara la zona. El animal volvió a la casa de su dueño original, pero al poco tiempo se le perdió el rastro en las calles.
En enero del próximo año Lizama pretendía cumplir un nuevo desafío: participar en el Columbia Challenger, que por primera vez se realizaría en el archipiélago de Juan Fernández.
La iniciativa era impulsada por su amigo, el ingeniero Joaquín Arnolds (39), gerente de proyectos de Levantemos Chile y que junto a Lizama compartían su amor por el deporte.
"El sentido de la carrera era poner a Juan Fernández en los medios para apoyarlos con el turismo", cuenta Diego Larraín, amigo de Arnolds.
El ingeniero se unió a Levantemos Chile en enero de 2011 y su idea era ordenar el trabajo del desafío. "No logró hacerlo", cuenta, entre risas, su amigo. Larraín recuerda que Arnolds era gerente general de una empresa dedicada al arriendo de calderas y que dejó su cargo para dedicarse totalmente al proyecto.
Desde hace unas semanas, Arnolds se había establecido en las oficinas que inauguró Levantemos Chile en camino El Alba, de Las Condes.
No era primera vez que Arnolds viajaba a Juan Fernández. Lo hizo mientras pololeaba con su esposa, Macarena Schuster, con quien tuvo cuatro hijos.
"Era un lugar muy especial para nosotros. Estuvimos acampando, sacando pescados, buceamos y vivimos muy intensamente con la gente de allá", dijo Schuster.
La esposa del ingeniero agrega que "la muerte de 'Joaco' tiene mucho sentido, que haya sido allá y en el mar lo interpreto como que él cerró un círculo".
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